LAURA ESCOBAR
cuento:
Un cachorro muy orgulloso.
Era verano en un pequeño
pueblo llamado Blue -sí, como azul en inglés-. Ahí, en una casita de madera de
la calle Capricornio vivía junto a sus dueños un bonito perrito pastor alemán
de pura raza.
Rex
era un cachorro joven pero bien grandecito, de pelo
largo y revoltoso de color marrón con manchas negras, los ojos eran como su
pelo ¡y al darle el sol se le ponían más bonitos aún!, su boca era grande y sus
colmillos perfectos (parecía que los tenía de porcelana…) Pero no todo en él
era tan precioso… a veces tenía las uñas sucias por jugar en la tierra. Rex era
también un perrito muy orgulloso…
Como era verano, en Blue
hacía mucho sol y muchísimo calor, tanta que parecía que la carretera se
estuviese derritiendo como si de una tableta de chocolate en pleno desierto se
tratase. Si había una cosa que Rex odiara era salir a pasear con tanto sol.
Era un poco vago… le
gustaba meterse en su casita de madera y no salir de ahí en todo el día. Su
dueña estaba un poco preocupada, porque cuando era un perrito
bebé, a Rex le encantaba pasear por la playa y hacerse amigo de
los otros perritos, pero ya no. Se quedaba casi todo el día a la sombra de su
casita de madera, donde dormía, comía, y bebía nada más y nada menos que…
¡¡Coca Cola Zero!!
La culpa de que tomase
refrescos en vez de agua… era de Karmy, la perrita cocker de la
vecina. Era la única amiga de Rex. A ella le encantaba beber gaseosas bajas en
azúcar. Era una perrita que cuidaba mucho su aspecto y un poco presumida y
orgullosa también.
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